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26 ABR 2016

CIEN DíAS PERDIDOS POR ODON ELORZA

Queríamos un cambio de gobierno y de políticas. Pero lo terrible es que en el camino descubrimos que nosotros no habíamos cambiado; no lo suficiente. Los políticos, todos, no hemos adaptado nuestra cultura política a una coyuntura excepcional provocada por la crisis política, económica, social y por la complejidad del nuevo mapa electoral.

Luego podremos fijar niveles de responsabilidad en los diferentes partidos. Pero ahora se impone un mínimo ejercicio de reflexión y de autocrítica para sacar conclusiones ante el fracaso de no haber sabido gestionar el resultado de las urnas del 20D. Debemos pararnos un rato a reconocer en qué hemos fallado antes de dar continuidad oficial a una campaña electoral que nunca cesó.

Este fracaso en la formación de gobierno ha abierto otra herida en la democracia, una más que sumar a las provocadas por el desempleo y la exclusión, por la corrupción y los comportamientos inmorales. Sangrará la herida y lo hará a modo de abstención, de hartazgo y mayor desconfianza.

Buen consejo por parte del actor que interpretó a Cervantes, en el homenaje que le dedicó el Congreso, al pedir a los políticos que seamos "caballeros andantes para devolver la confianza a la ciudadanía".

Confieso mi decepción tras comprobar que la práctica política no ha estado a la altura que exigía el inicio de un nuevo ciclo político en España. La ciudadanía ha visto demasiados espectáculos en unos Plenos del Congreso llenos de retórica hueca y en la sucesión de ruedas de prensa en clave teatral y de pura confrontación.

El remate lo ha puesto el resucitado Rajoy con ejemplos sobrados de indecencia política. A la cobardía de no someterse a la investidura y no dimitir tras la avalancha de casos de corrupción en el PP que le han llovido es estos meses, ha añadido el golpe final de despreciar al Parlamento al negarse a comparecer para dar cuenta de casos de inmoralidad y de decisiones controvertidas. Con el PP no habrá regeneración democrática ni medidas diferentes para salir de la crisis; algo que Podemos no quiere entender. 

Hubiera sido necesario un mayor esfuerzo de diálogo y entendimiento, mucha más generosidad intelectual y menos partidismo. Vivimos un tiempo que requiere aceptación de la cultura del pacto y acuerdos transversales para romper el bloque de la derecha y pactar leyes duraderas. Creo sinceramente que de las posiciones intransigentes no nos libramos nadie. Ni los partidos del bipartidismo con sus tics, ni siquiera los más puros, los emergentes y los soberbios.

Esto se acaba. El Congreso se disuelve tras más de 100 días absolutamente improductivos. En realidad, tuve la impresión de que aquello se torcía el mismo día que se solemnizó el acuerdo con Ciudadanos y a las tres horas se rompía la mesa de diálogo entre los partidos de una izquierda diversa. La planificación del desarrollo de ambos procesos no resultó acertada. Aunque un temor ya me surgió la noche del 20D cuando Pablo Iglesias -pensando en el sorpasso- trazó sus líneas rojas. La misma sospecha que cuando se postuló, por sorpresa, como Rey y VicePresidente.

Para muchas personas la decepción se produjo más recientemente con la reunión fallida entre los tres partidos del Cambio. Cita que vino precedida de una guerra de declaraciones entre Podemos y Ciudadanos que hacía presagiar lo peor. De nuevo se impusieron las estrategias de partido y los límites a la cultura de pacto.

Dicen que la clave del pacto transversal del PSOE con la derecha reformista que representa Ciudadanos, consistía en que estuviera realmente abierto, en fondo y forma, a otras fuerzas. Se trataba de que nadie pudiera acusar a los socialistas de estar pidiendo una adhesión incondicional a los postulados del acuerdo entre Albert Ribera y un Pedro Sánchez que buscaba un pacto a tres bandas sobre un programa de gobierno creíble y de mestizaje.

Acertar con la metodología y aplicar mucha pedagogía como fuerza de izquierda ante una apuesta arriesgada era imprescindible, por encima de los problemas internos que ha sobrellevado el candidato socialista.

 

Odón Elorza / Diputado Socialista por Gipuzkoa

Publicado en el Diario Vasco

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